EEUU admite que no descarta fuerza militar contra Al Qaeda en Pakistán
 

22 de julio de 2007

Washington - La Casa Blanca admitió hoy que no descarta la fuerza militar contra Al Qaeda en Pakistán pese a que Islamabad afirma que son sus tropas las que están en mejores condiciones de enfrentarse a la red terrorista.

La consejera de Seguridad Interna del presidente George W. Bush, Frances Fragos Townsend, afirmó hoy que Washington colabora "lo primero y principal" con el gobierno del presidente paquistaní, Pervez Musharraf, en los esfuerzos de Islamabad por controlar a los militantes en las áreas tribales del oeste de Pakistán.

"Uno no abandona a sus socios, y a nosotros no nos conviene abandonarlos", afirmó la alta funcionaria de la Casa Blanca, en declaraciones hoy a la cadena de televisión Fox News.

Sin embargo, matizó que Estados Unidos podría plantearse medidas adicionales contra Al Qaeda en Pakistán.

"Simplemente porque no hablemos sobre estas cosas públicamente no quiere decir que no hagamos las cosas de las que habla", respondió, al ser preguntada sobre si EE.UU. efectúa operaciones especiales contra la red terrorista.

"Nuestra misión principal es proteger al pueblo estadounidense. No hay ninguna opción fuera de la mesa", según Townsend.

Las declaraciones de Townsend se producen después de que la Casa Blanca difundiera el pasado martes un informe en el que reconocía que Al Qaeda se ha fortalecido en los últimos tiempos gracias, en buena parte, al amparo que ha encontrado en las áreas tribales del oeste de Pakistán.

En su discurso radial del sábado, el presidente George W. Bush admitió que esa conclusión es "una de las más preocupantes" del documento, conocido como Informe Nacional de Inteligencia y elaborado por los servicios secretos estadounidenses.

A lo largo de esta semana, Washington se ha mostrado muy crítico con el acuerdo entre Musharraf y los líderes tribales del oeste del país, que Islamabad presentó el pasado septiembre como una victoria contra el terrorismo.

Por ese acuerdo, Musharraf se comprometía a no atacar a los militantes en esa zona si los líderes tribales mantenían a estos bajo control e impedían que cruzaran la frontera hacia Afganistán.

La Casa Blanca admitió esta semana que el acuerdo "no ha funcionado" y ha pedido a Pakistán que aumente sus esfuerzos.

El ministro de Exteriores pakistaní, Khursheed Mehmood Kasuri, defendió hoy las medidas de su país y aseguró que cualquier intervención de Estados Unidos en el área podría causar un fuerte resentimiento.

"Estamos comprometidos con la lucha contra el terrorismo y la gente en Pakistán se enfada mucho cuando, pese a todos los sacrificios que Pakistán ha hecho, recibe todas esas críticas", explicó.

En declaraciones a la cadena de televisión CNN, Kasuri afirmó que lo que necesitan es datos de los servicios secretos con los que se pueda actuar, y "encontrarán que Pakistán responde".

"El Ejército de Pakistán puede hacer el trabajo mucho mejor y el resultado será que habrá muchos menos daños colaterales", agregó el ministro de Exteriores.

Tras recordar que cerca de 700 soldados pakistaníes han muerto en las áreas tribales en lucha contra los militantes, insistió en que la descripción de esas zonas como "refugio" para los terroristas causa un gran enfado en Islamabad.

"No me gusta el tono de lo que oigo y leo en los medios de comunicación estadounidenses", sostuvo.

Las autoridades paquistaníes informaron hoy de que al menos 20 personas murieron en diferentes tiroteos con las fuerzas de seguridad paquistaníes, que repelieron ataques de las milicias pro talibán en el oeste de Pakistán.

Desde el asalto a la Mezquita Roja de Islamabad ordenado hace más de una semana por el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, contra militantes que se habían refugiado allí, unos once atentados terroristas han tenido lugar en el país, la mayoría de ellos contra fuerzas de seguridad y en el cinturón tribal paquistaní. EFE

 
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