27
de junio de 2007
Washington
- El proyecto de ley de reforma migratoria quedó hoy estancado
por segunda vez en el Senado de Estados Unidos, después
de que el pleno rechazara limitar el debate sobre esta iniciativa
con 46 votos a favor y 53 en contra.
El proyecto, que contaba con el apoyo del presidente
George W. Bush y necesitaba 60 votos para reducir el debate a
30 horas, queda sin más posibilidades de salir adelante,
ya que el líder de la mayoría demócrata,
Harry Reid, dijo que lo retiraría si no lograba el respaldo
necesario.
Esta es la segunda ocasión en la que el
pleno de la cámara alta vota en contra de limitar el debate
sobre esta reforma, dado que el pasado día 7 de junio ya
sufrió el mismo revés, con la mínima diferencia
de 45 a favor y 50 en contra.
Esta vez, los senadores demócratas y republicanos
defensores del proyecto se quedaron cortos en 14 votos para proseguir
con el debate y su posterior votación.
Los legisladores de ambos lados habían
destacado durante el debate previo que si esta iniciativa no pasaba,
no habría otra posibilidad igual para mejorar el sistema
migratorio del país, que data de 1986, cuando se aprobó
una amnistía para unos tres millones de indocumentados.
De haber salido adelante, el proyecto de ley se
hubiera convertido en la primera reforma migratoria en dos décadas
y hubiera establecido un nuevo marco legal para los más
de 12 millones de inmigrantes indocumentados que se calcula viven
en EE.UU.
Además, la iniciativa preveía reforzar
la seguridad fronteriza con 4.400 millones de dólares adicionales,
establecer un programa de trabajadores temporales y crear un sistema
para que las empresas comprobaran el estatus legal de nuevos empleados.
También contemplaba impulsar un sistema
de puntos con prioridad para los solicitantes de la residencia
permanente con altos niveles de educación y de destrezas
laborales, en vez de hacer énfasis en sus vínculos
familiares como hasta ahora.
Después de la votación, Reid, visiblemente
afectado por la derrota, agradeció a todos los senadores
que habían trabajado en este proyecto su esfuerzo y concluyó
que la lección para todos debe ser que tienen "que
trabajar más estrechamente juntos".
En cualquier caso, las consecuencias de esta votación
serán importantes, ya que no es probable que se retome
el proyecto antes de 2009, cuando haya un nuevo presidente y Congreso.
La agenda política de Estados Unidos estará
hasta entonces llena de otros asuntos de alto calibre, como la
guerra en Irak o las elecciones presidenciales. EFE