Tegucigalpa - El influyente y connotado periodista
argentino-estadounidense Andrés Oppenheimer advirtió
que la nueva reforma migratoria que se discute en estos momentos
en Estados Unidos, traerá un impacto negativo en Honduras
y el resto de naciones centroamericanas, que cuentan con una nutrida
comunidad de inmigrantes en esa nación.
“La remesas no van seguir subiendo al nivel que han estado
subiendo, alguna gente dice que más bien van a bajar. Esta
nueva ley que se está discutiendo en el senado de estados
Unidos va a tener un impacto en Centroamérica y va a tener
un impacto en Honduras, bueno y malo”, aseveró.
Oppenheimer, columnista y editor para América Latina del
Miami Herald y escritor de Cuentos Chinos: El engaño de
Washington, La mentira populista y la esperanza de América
Latina y Crónicas de Héroes y Bandidos, disertó
la noche del jueves ante lo más granado del empresario
nacional en el marco del 40 aniversario del Consejo Hondureño
de la Empresa Privada (Cohep).
En su exposición, el conferencista habló, entre
otras cosas, sobre el agresivo crecimiento económico que
ha experimentado China en los últimos 30 años, a
pesar de la dictadura comunista de partido único que rige
esa nación asiática, al punto que en la actualidad
el 70 por ciento de la economía china está en manos
privadas.
En
el contexto de su mensaje, dijo que la reforma migratoria
es positiva porque permitirá la regularización
de unos 12 millones de inmigrantes latinoamericanos indocumentados
y que es obviamente un factor de estabilidad que le va a
permitir a Honduras, seguir recibiendo remesas.
No obstante, indicó que la reforma tiene sus aristas
y lados poco conocidos todavía, pero que van impactar
en las naciones de istmo Por ejemplo, se va establecer un
nuevo concepto de puntajes del 1 al 100, que va sustituir
la posibilidad de ingresar a EE UU por lazos y relaciones
familiares con un residente o ciudadano estadounidense. |
Andrés
Oppenheimer |
“En
este sistema de puntaje en lo que mas pesa es el título
universitario y saber inglés bien, es decir, que de 100
puntos uno se va a ganar 20 puntos por un título universitario,
otros 10 por saber inglés y otros 10 o 15 puntos por trabajar
en el sector moderno tecnológico de la economía”,
dijo.
Indicó que bajo ese concepto, un ingeniero o un técnico
de la India o de China va entrar a Estados Unidos por la puerta
grande, pero si es un cosechador de lechugas mexicano o un trabajador
centroamericano no va a tener oportunidad, si se toma en cuenta
que el 60 por ciento de los inmigrantes no terminaron su escuela
a secundaria.
“O sea que este sistema va a beneficiar a los asiáticos
que llegan a Estados Unidos con títulos universitarios
con mucho mayor preparación y va a perjudicar a los latinoamericanos
y también puede generar en algunos países una fuga
de cerebros”, advirtió Oppenheimer.
Explicó que este mismo sistema de puntajes se aplica en
Canadá, luego lo hizo Australia, Gran Bretaña y
en septiembre la Unión Europea va a votar por un sistema
de puntaje similar al de Estados Unidos.
Esto va a dar lugar que en el futuro, las naciones desarrolladas
e industrializadas van a competir por los cerebros de los países
en vías de desarrollo.
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Frente
a ese fenómeno, Oppenheimer señaló
que un país como Honduras debe de comenzar a pensar
como aprovechar esta nueva tendencia a su favor, porque
es “algo que se viene”.
Por otro lado, consideró que es posible que las remesas
familiares estén llegando a un tope porque cada vez
más las familias latinas se están reunificando
en Estados Unidos y por eso cada vez más hay menos
necesidad de enviar dinero a sus países de origen
todos los meses. |
Romper
con ideologías
En lo que respecta al tema económico, el conferencista
exhortó a empresarios y funcionarios del gobierno de Honduras
a despojarse de las ideologías del pasado y ser “pragmáticos”
para expandir los capitales y atraer la inversión privada,
tal como lo venido haciendo China comunista, país que vive
un verdadero “boom” capitalista.
En su exposición, destacó el agresivo crecimiento
económico que ha experimentado China en los últimos
30 años, a pesar de la dictadura comunista de partido único
que rige esa nación asiática, al punto que en la
actualidad el 70 por ciento de la economía china está
en manos privadas.
Indicó que en las últimas tres décadas, la
República Popular China sacó de la pobreza a más
de 250 millones de personas, desde que empezaron las reformas
y la apertura económica en 1978.
Ejemplificó que en este momento China e India están
atrayendo a la mayoría de capitales del mundo y como ejemplo
recordó que en 1970 América Latina acaparaba el
51 por ciento de las inversionistas mundiales y Asia el 21 por
ciento, Sin embargo, en la actualidad Asia recibe el 52 por ciento
de la inversión mundial y Latinoamérica apenas el
27 por ciento.
En ese sentido, afirmó que el régimen de Pekín,
a esta altura del sigo 21, no vive apegado a su ideología
comunista y aunque sus funcionarios mantienen su discurso socialista,
pero en la práctica están inmersos en un “capitalismo
salvaje” y por eso China es, por ahora, una de las naciones
más capitalistas del mundo.
Destacó que una muestra del auge capitalista es la gran
cantidad de grúas que se ven en la capital Pekín,
trabajando en la construcción de nuevas y enormes edificaciones
y lo común que es ver en sus calles carros Rolls Royce,
Mercedes Benz y de otras marcas de lujo que solo podrían
encontrarse en naciones eminentemente capitalistas del hemisferio
occidental.
“Ellos están pensando en el futuro y están
guiados por el pragmatismo”, señaló que columnista
y premio Ortega y Gasset, quien detalló que solo en los
próximos cinco años China privatizará a más
de 100 mil empresas públicas.
Asimismo,
Openheimer destacó que las naciones de Asia, entre
las que también se encuentran la India y Corea
del Sur, están invirtiendo y apostando a su capital
humano, es decir, invirtiendo más en educación,
mientras América Latina apenas destina el 4 por
ciento de su Producto Interno Bruto.
El
periodista, asimismo, criticó a los gobiernos populistas
que están resurgiendo en Latinoamérica y
calificó a algunos como “izquierdas jurásicas”,
en especial los gobierno de Venezuela, Bolivia y Ecuador.
Mientras que a los gobiernos de izquierda de Brasil, Chile
y Uruguay los catalogó como “izquierdas modernas”
|
El periodista Edgardo Melgar y Andrés
Oppenheimer |
Frente
a ese panorama, recomendó a los empresarios y al gobierno
dejar atrás las obsesiones del pasado, romper con los populismos
y las ideologías y abrirse más la inversión
privada y captar más capitales, porque es la única
forma en que estas naciones saldrán de la pobreza.
Oppenheimer
consideró ridículo que las naciones centroamericanas
tengan cinco bancos centrales y monedas diferentes, por lo que
sugirió consolidar la integración y el comercio,
ya que darían lugar a estructuras supranacionales que no
permitiría una aventura populista en la región.