Uribe recibió a Bush en la Casa de Nariño, sede del
Ejecutivo, y durante más de seis horas tuvieron una entrevista
privada, un almuerzo, una conferencia de prensa y una reunión
con comunidades de raza negra.
Los analistas trataron la visita
de Bush con precaución pues consideraron que el mandatario
sólo estuvo de paso por Colombia, uno de sus mayores aliados
en el vecindario latinoamericano, mientras que a Brasil y Uruguay
les dedicó varios días y pernoctó en sus ciudades.
Además, recordaron que Bush
viajaba a darle un espaldarazo a Colombia, país al que Washington
ha destinado alrededor de 3.500 millones de dólares en seis
años para combatir las drogas y el terrorismo.
Los observadores consideraron que
el presidente de EEUU necesariamente tendría que hablarle
a Uribe del escándalo en el que están envueltos ex
funcionarios cercanos y nueve congresistas de grupos políticos
que respaldaron su reelección el año pasado.
Dicho episodio obligó hace
un mes a dimitir a la ministra de Relaciones Exteriores, María
Consuelo Araújo, cuyo hermano, el senador Alvaro Araújo,
fue detenido por supuestos vínculos con los paramilitares.
El mandatario colombiano salió
al paso de las críticas y declaró a los periodistas
que él mismo fue quien introdujo el tema de la lucha paramilitar
ante Bush en la entrevista bilateral.
Subrayó que el fenómeno
paramilitar surgió de la falta de presencia estatal en los
gobiernos de sus antecesores y expresó que durante treinta
años el país estuvo a merced de la guerrilla, que
generó la aparición de esos comandos de justicia privada.
"Llega usted a Colombia en
un momento de agitación por el proceso de paz, en un momento
de revelaciones que agitan muchísimo el debate público,
pero que se están dando por una razón: porque nuestra
política de Seguridad Democrática se ha propuesto
derrotar el terrorismo, en todas sus expresiones: en la expresión
guerrillera, en la expresión paramilitar", dijo Uribe.
Explicó que estas revelaciones
han sido posibles porque la ley de justicia y paz promovida por
el Ejecutivo exige la verdad en cuanto a los paramilitares.
Subrayó que el proceso de
paz de su gobierno con las Autodefenas Unidas de Colombia (AUC),
que agrupó a los paramilitares y terminó con la desmovilización
de más de 31.000 combatientes, es el único que se
ha dado en la región que busca la verdad y la reparación,
y no ofrece el indulto.
La norma de justicia y paz, que
ha sido fuertemente criticada en medios internacionales, "tiene
tres elementos que la distinguen de anteriores leyes de paz en Colombia
y en el mundo", señaló el mandatario.
"Exige justicia, exige verdad
y exige entrega de los bienes para reparar a las víctimas.
Eso no se ha dado en ninguna parte del mundo", aseguró.
Uribe decidió extenderse
en el tema y manifestó que era "bueno hacer algo de
historia".
Explicó que en treinta años
"esas guerrillas terminaron financiadas por el narcotráfico.
Mucha gente, en muchas regiones de Colombia, no sintió la
protección estatal" y agregó que esto condujo
"a que las mismas guerrillas engendraran el paramilitarismo
y que ese paramilitarismo cometiera los mismos crímenes atroces".
El presidente de Colombia fue más
allá e indicó que el proceso de paz de su administración
"marca los límites para los procesos de paz del futuro"
y "dirá al mundo y a Colombia que los procesos que Colombia
adelante en el futuro con las guerrillas" deberán exigir
también verdad, justicia y reparación.
"Aquí no hay nada que
esconder. Aquí hay una lucha para desmontar el terrorismo
y que le quede claro a todos los visitantes de la prensa internacional",
puntualizó Uribe.
El presidente de EEUU, al ser preguntado
sobre el tema, afirmó que "la mejor forma de que las
personas vean cerrar las heridas es que haya una justicia independiente".
EFE
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