Tras
el encuentro en La Paz, el mandatario boliviano dijo que se sentía
"muy contento" con la reunión celebrada y enfatizó
que el diálogo entre los dos gobiernos debe continuar.
"Somos
de la cultura del diálogo en el marco de la democracia, respetando
nuestras diferencias, pero fundamentalmente apostando a resolver
problemas sociales", afirmó Morales.
El
mandatario, que durante la reunión estuvo acompañado
por el vicepresidente, Álvaro García Linera, también
agradeció la ayuda que dio Estados Unidos para los damnificados
por las inundaciones en su país y que el lunes continuará
con nuevas donaciones.
Morales
dio a entender que la visita de las dos autoridades de EEUU es un
respaldo para fortalecer la democracia boliviana, luego de que otro
funcionario estadounidense advirtiera esta semana de presuntos peligros
para el proceso democrático en este país.
El
mandatario boliviano fue muy crítico este jueves con el Servicio
de Inteligencia de EEUU, del que aseguró que "le falta
inteligencia" porque, a su juicio, no sólo miente sino
que también desinforma al hablar de supuestos riesgos para
la democracia en Bolivia y Venezuela.
El
mismo jueves, el departamento de Estado de Washington cuestionó
la baja erradicación de coca en Bolivia y la falta de apoyo
a la prevención contra las drogas, y dijo que este país
es el tercer productor mundial de cocaína con 115 toneladas
anuales.
"Ustedes
saben que acá vamos a profundizar la democracia, respetamos
cualquier información que pueda venir de algún funcionario
del gobierno de EEUU", agregó Morales.
De
su parte, Tobías destacó que si bien existen desacuerdos
sobre algunos temas, también hay muchas cosas en común.
"Es
muy importante que tengamos un diálogo continuo para explorar
maneras en las que el pueblo y el Gobierno de EEUU puedan trabajar
de manera coordinada con Bolivia", añadió.
Tobías
sostuvo que no habló con Morales sobre el informe acerca
de la coca y el narcotráfico, pero reiteró el interés
de su gobierno en trabajar para anular el impacto de las drogas
en el mundo.
Morales
pretende lograr que la Organización de Naciones Unidas (ONU)
despenalice la hoja de coca y ha planteado reformas a la ley antidroga
de su país para posibilitar que se aumenten los cultivos
legales de la planta de 12.000 a 20.000 hectáreas.
Según
el informe del departamento de Estado, entre el 2001 y el 2005 los
cultivos de coca en Bolivia pasaron de 19.900 a 26.500 hectáreas,
de tal forma que la potencial oferta de cocaína subió
de 100 a 115 toneladas.
En
el 2006, se erradicaron en el país 5.000 hectáreas
de coca, la cifra mínima que exige cada año la ley
antidroga que el gobierno pretende modificar. EFE
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