El
logro se consiguió en la Universidad Nororiental de Agricultura,
en la ciudad de Harbin (noreste de China), donde los científicos
inyectaron una proteína verde fosforescente en embriones
de cerdo, logrando que tres de ellos nazcan con ese aspecto.
Las
pezuñas, el hocico y la lengua de estos tres cerdos presentan
esa coloración.
Las
proteínas procedían de medusas, una de las pocas
especies fosforescentes del reino animal.
Según
los autores del peculiar logro, éste va a servir para estimular
la investigación del uso de células madre, que China
apoya desde hace años, ya que en el país no existen
apenas colectivos religiosos o ideológicos opuestos a esta
investigación.
Las
fosforescencias servirán para analizar los cambios en el
tejido porcino, muy usado en los laboratorios científicos
dada la gran similitud genética entre hombres y cerdos.
EFE